Enfermedad de Parkinson
hace 1 año · Actualizado hace 1 año
La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a la calidad de vida de la persona que la padece.
Produce una alteración progresiva que degenera todo el sistema nervioso: central y periférico. Ocasiona una pérdida de neuronas de la sustancia negra y de ganglios basales responsables de la liberación y/o producción de dopamina, neurotransmisor encargado de la función motriz.
Síntomas de la enfermedad de Parkinson
- Temblor en reposo. Predomina y disminuye con el movimiento voluntario.
- Rigidez muscular. Principalmente en cuello, brazos y piernas. Termina afectando todas las articulaciones.
- Bradicinesia. Se refiere a un enlentecimiento y dificultad a la hora de iniciar movimientos voluntarios y automáticos.
- Inestabilidad Postural. Se produce una alteración en el equilibrio lo que le puede llevar a caídas frecuentes.
- Alteración en la marcha. La marcha es lenta, arrastrando los pies, aunque también tendrá una marcha rápida con pasos cortos.
Etapas del Parkinson
Afecta el movimiento y se desarrolla a lo largo del tiempo en varias etapas.
En la primera etapa, los síntomas son leves. Pueden incluir temblores, rigidez muscular y una reducción en la amplitud del movimiento.
A medida que avanza a la segunda etapa, los síntomas empiezan a empeorar, con un aumento en la rigidez y temblores, así como problemas de equilibrio y coordinación.
Durante la tercera etapa de la enfermedad, las actividades cotidianas se vuelven más difíciles, y las personas pueden experimentar pérdida de movilidad, produciéndoles cierta inestabilidad postural y también pueden tener problemas para pronunciar palabras correctamente.
En la cuarta etapa, los síntomas motores se vuelven más severos y debilitantes, lo que lleva a una incapacidad para realizar tareas cotidianas sin ayuda. Este es el punto en el que las personas afectadas pueden necesitar asistencia para caminar, comer y cuidar de sí mismas.
Finalmente, la enfermedad llega a su quinta etapa, donde la persona sufre de una discapacidad extrema y puede no ser capaz de moverse independientemente. En este punto es necesario prestar mucha atención a los cambios posturales para evitar la aparición de úlceras por presión. Por otra parte, el deterioro cognitivo y emocional también pueden ser más pronunciados, lo que lleva a un mayor riesgo de demencia.
El tratamiento farmacológico y el apoyo adecuado son esenciales en cada etapa para garantizar la mejor y máxima calidad de vida posible, tanto para las personas con esta afectación como para sus familiares y cuidadores, dentro y fuera del domicilio.
Comunicación
Algunas de las dificultades en cuanto al habla y la escritura que podemos encontrar en las personas que sufren esta enfermedad son:
En el habla:
- Dificultad para coordinar la respiración y el habla
- Rigidez en la cara que dificulta la emisión de sonidos y expresión facial.
- Tono de voz bajo y débil
- El discurso puede resultar ininteligible
- Habla monótona
- Dificultad para iniciar el habla.
En la escritura:
- Disminuye el tamaño de las letras/números
- Altera la forma de las letras/números
Cabe resaltar que estos síntomas no están presentes en todos las personas con el diagnóstico, ni que aparecen todas estas dificultades en una misma persona.
En este área, asesoramos en la realización de actividades que le motiven a poner en práctica las técnicas aprendidas en las sesiones con el logopeda, mientras va desarrollando otras tareas diarias de tipo motriz.
En cuanto a la escritura recomendamos la utilización de productos de apoyo como: engrosadores para lápices, bolígrafos, papel con línea ancha, pinzas para estabilizar las hojas, etc.
Referencias bibliográficas
- Durante Molina, P (2010) Terapia Ocupacional en la enfermedad de Parkinson. Terapia Ocupacional en geriatría. Principios y práctica. (pp. 175-189) Barcelona: Elsevier Masson, S.A.
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