Recomendaciones para combatir el calor
hace 4 años · Actualizado hace 1 año
Combatir el calor es un objetivo necesario para conseguir nuestro bienestar en la época estival de verano.
Época donde experimentamos un aumento de la temperatura, problemas de cansancio, fatiga, falta de concentración o problemas en la conciliación del sueño, entre otros síntomas.
Dentro de las recomendaciones o consejos para combatir el calor tenemos:
- Pasa el mayor tiempo posible en lugares frescos o climatizados.
- Evita salir de casa durante las horas más calurosas del día (entre las 12:00 del mediodía y las 18:00 de la tarde).
- Si tienes que salir, ponte un sombrero o gorra para evitar los rayos del sol directos en la cabeza.
- Toma mucho líquido, independientemente de que no sientas sed o estés en casa.
- Usa ropa de color claro y que sea ligera, natural o de algodón. Procura que sea holgada y que transpire.
- No realices, si no es extremadamente necesario, ejercicio físico en horas puntas de calor.
- Realiza comidas ligeras y frescas como ensaladas, frutas y verduras. Evita el alcohol y las comidas copiosas.
- Descansa con más frecuencia y en lugares frescos.
- Cierra las ventanas por el día y ventila la casa a primera hora de la mañana y a última hora de la noche para que se mantenga tu hogar más fresco.
- Vigila los alimentos que pueden ser afectados por el calor. Guárdalos en el frigorífico si es necesario.
Desde hace unos años, la llegada del calor no es gradual, sino que llega de forma brusca y repentina, por lo que nuestro cuerpo se debe adaptar de manera muy rápida, provocando un sobreesfuerzo en nuestro organismo.
Recomendaciones especiales para cuidar de las personas más vulnerables
- Si conoces a personas con algún tipo de dependencia, visitala a menudo y ayudala a mantener el hogar fresco y que ella misma esté bien hidratada, con una vestimenta adecuada y una alimentación equilibrada para esta época.
- Evita dejar a niños, personas mayores o enfermos crónicos dentro del coche con las ventanillas subidas. Intenta mantenerlos hidratados a cada momento.
Es evidente que en estos meses de verano todos debemos tener cuidado con las temperaturas altas, ya que podemos sufrir una deshidratación o una serie de síntomas que nos pueden ocasionar problemas de salud.
Si aparecen síntomas graves o se prolongan en el tiempo, consulta a tu médico.
Si una persona sufre un golpe de calor, lo más recomendable es llamar a urgencias y mantenerlo en un lugar fresco con paños mojados. Si está consciente, ofrecerle agua para mantener la hidratación.
Hay que tener especial cuidado con aquellas personas que tienen una situación especial como es la edad o el estado de salud.
¿Qué produce el exceso de calor en el cuerpo?
El exceso de calor puede producir un fallo en el equilibrio de la temperatura de nuestro cuerpo con la temperatura del exterior.
Las altas temperaturas ambientales provocan una sudoración excesiva en todos nosotros y nosotras, por lo que la pérdida de agua y sales minerales es inmediata y rápida. De ahí que tengamos que estar atentos a lo que nos ocurre y que tomemos medidas para evitarlo o actuar frente a ello.
En la época estival tenemos que estar atentos a los síntomas que podamos sufrir con las altas temperaturas, especialmente aquellas personas más vulnerables:
- Mayores de 65 años.
- Personas con alguna discapacidad o diversidad funcional.
- Niños menores de 5 años.
- Personas con enfermedades crónicas cardiovasculares, respiratorias o renal, entre otras.
- Enfermos con medicación habitual.
- Personas con tratamientos como quimioterapia, radioterapia, diálisis, etc.
- Personas con sobrepeso.
- Trabajadores que ejercen su profesión al aire libre en momentos de altas temperaturas.
Las señales más importantes a las que debemos estar atentos para tomar medidas y no tener peores consecuencias son las siguientes:
- Golpe de calor que provoca fiebre pudiendo llegar a los 40º, vómitos, dolor intenso de cabeza, confusión o pérdida de conocimiento. Ante estos síntomas, llamar inmediatamente a los servicios sanitarios.
- Calambres musculares en brazos,abdomen y piernas por pérdida de líquido y sales.
- Deshidratación por sudor excesivo, lo que puede producir fatiga, debilidad, náuseas o mareos.
Si no hacemos caso a las llamadas de atención de nuestro organismo, podemos llegar a experimentar un golpe de calor, llegando a ser muy grave en la mayoría de circunstancias si no se trata a tiempo.
Cuidémonos y cuidemos de los más vulnerables.
Referencias bibliográficas y fuentes de interés.
- https://www.mscbs.gob.es/sanidad/portada/home.htm
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Súper interesanta el artículo, Felicitaciones!!!