Síndrome del cuidador quemado
hace 4 años · Actualizado hace 2 años
Ser cuidador o cuidadora de una persona enferma y/o dependiente conlleva un esfuerzo físico, psicológico y por qué no decirlo, social.
Durante el tiempo que dura el cuidado del enfermo se realizan tareas que no son habituales, nos enfrentamos a sentimientos negativos como culpabilidad, frustración o tristeza, entre otras.
La forma cómo afrontamos todas estas emociones dependerá de nuestra forma de ser y la fortaleza que tengamos a la hora de asumir situaciones de estrés que nos ponen al límite tanto emocional como corporal.
Es importante marcar que la manera de hacer frente a esta situación también depende de la ayuda externa que tengamos por parte de otros familiares, amigos o allegados y, por qué no, de las Administraciones Públicas.
¿Qué es el Síndrome del cuidador quemado?
Cuando sientes que la situación que estás viviendo te sobrepasa y piensas que no puedes con ella, hablamos del conocido “Síndrome del Cuidador” o “Síndrome del cuidador quemado”.
Ser cuidador o cuidadora de un ser querido que te ocupa mucho tiempo del día nos lleva a olvidarnos de nosotros mismos y de nuestras necesidades.
Esto provoca que vivamos situaciones de frustración, enfado o estrés que deriva en un agotamiento físico y colapso emocional, provocando momentos complicados en nuestro día a día.
Síntomas del Síndrome del cuidador
Ser conscientes de las señales que aparecen durante el proceso del cuidado, permitirá actuar a tiempo y evitará llegar a una situación de cansancio psicológico o agotamiento mental que nos derive en problemas mayores.
A continuación encontrarás algunos de los síntomas más comunes cuando asumimos el rol de cuidador/a que presentan este síndrome:
Cuidados para el cuidador
Es importante cuidar al cuidador, paradójico ¿verdad?.
Cuidarse es importante para poder ejercer bien el rol de cuidador. Por ello, a continuación, te doy una serie de pautas o consejos a seguir con el objetivo de que puedas “controlar la situación” :
Conclusión
Los cuidadores han de cuidarse para poder seguir desarrollando su rol de cuidador.
Para poder cuidar a otra persona, el cuidador o cuidadora debe dar prioridad a su salud física y mental. Si esto falla agravará la situación suya y la de la persona dependiente, pudiendo llegar a protagonizar situaciones de maltrato y sufrimiento hacia la persona a la que cuida.
Si el que cuida no está bien, no estará bien la persona cuidada.
El bienestar del cuidador, también depende del apoyo sociosanitario y personal,especialmente de las Instituciones, del personal especializado en el deterioro cognitivo de la persona cuidada y de la propia familia o allegados.
El apoyo del entorno es imprescindible para que el cuidador pueda hacer frente a esta situación.
En la actualidad existen varias variables e instrumentos que miden el estado de bienestar de la persona cuidadora, entre ellos está la Escala de Sobrecarga del cuidador. Test de Zarit.
Esta escala permite conocer cómo influye el cuidado de una persona en el cuidador. Es decir, el objetivo principal consiste en conocer si hay o no un desgaste emocional, físico, social y/o psicológico en los cuidadores.
Puedes descargarla aquí.
Y tú, ¿crees que puedes estar sufriendo el síndrome del cuidador quemado?
Referencias bibliográficas y enlaces de interés
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