Adultos mayores: las relaciones sociales en época de covid-19
hace 4 años · Actualizado hace 1 año
Las relaciones sociales en adultos mayores durante el covid-19 son un reto difícil debido a las circunstancias de aislamiento y distanciamiento que están sufriendo de una forma muy restrictiva.
Las relaciones sociales son aquellas interacciones que realizamos entre los seres humanos. Nos lleva a cambiar nuestra conducta, nuestra forma de actuar o de pensar, en definitiva, nuestra forma de vivir.
¿Has visto la importancia de mantener y tener relaciones sociales?, ¿Puedes intuir todo lo que modificas en tu interior a través de ellas?
Las relaciones sociales, juegan un papel fundamental en nuestro bienestar, tanto a nivel de las capacidades funcionales como mentales.
Las relaciones sociales son fundamentales para todo ser vivo, pero más si hablamos de personas con edades avanzadas, explico por qué digo esto.
A medida que vamos envejeciendo, el entorno social, en su mayoría, se reduce debido a varias causas como es: la jubilación, la independencia de los hijos, el fallecimiento de seres queridos y/o amigos o algunas enfermedades funcionales o psicológicas.
Esto lleva a que si disminuyen nuestras salidas y, por lo tanto, las relaciones con los demás, nuestro bienestar se verá resentido y nos encontraremos, en algunos casos, en un estado de soledad o aislamiento social.
Lograr una vida activa siempre depende de muchos factores, pero no podemos negar que ser miembro activo del entorno donde vives (familia y amigos), tener personas en las que confiar y la realización de actividades en la comunidad donde resides, es fundamental para conseguir un envejecimiento activo y saludable.
Nacer, crecer y envejecer en sociedad es un beneficio muy positivo para todas las personas. Las relaciones sociales en adultos mayores durante el covid-19, están siendo muy limitadas, por lo que dificulta que muchos y muchas puedan obtener un bienestar pleno.
Nos van a proporcionar una base sobre la que asentar nuestras actuaciones y pensamientos, ayudándonos en el día a día a hacer frente a situaciones de todo tipo, entre las que se encuentran aquellas difíciles que a veces la vida “nos regala”.
¿Qué beneficios nos proporcionan las relaciones sociales?
- Mejora la capacidad funcional.
- Mejora la salud emocional.
- Aumenta los niveles de autoestima.
- Efectos favorables en enfermedades articulares, crónicas o las propias psico-emocionales como la depresión o ansiedad.
- Ayuda a conseguir mayor autonomía personal e independencia.
- Crecimiento de nuestra positividad.
- Estimulación de la realización de nuevas actividades.
- Nos ayuda a afrontar nuestras preocupaciones, problemas o dolores, de una forma más positiva.
- Una mejor gestión del estrés.
- Sentimiento de confianza y seguridad.
- Integración comunitaria. Sentimiento de pertenencia a un lugar, colectivo o grupo.
- Conocimiento de otras culturas, opiniones o inquietudes que te ofrecen una visión más amplia de la vida.
Cuando tenemos un entorno social óptimo donde nuestra familia, vecinos y amigos están cerca y tenemos su apoyo, fortalecemos nuestro estado de bienestar en todos los sentidos.
Aquel día de marzo, nos vimos en nuestras casas, confinados, sin poder salir, sin poder ver a la familia, con miedo e incertidumbre. Nos encontramos en una situación de desconocimiento absoluto, lo que nos llevó a tener un sentimiento continuo de amenaza y alerta.
La enfermedad, el peligro al contagio y a tener un final que nadie desea, ha producido un estado de desconfianza hacia los demás. Ese sentimiento, nos mantiene en alerta de peligro cada vez que salimos y nos debemos relacionar.
Esta situación, favorecerá en un futuro, a que las relaciones sociales, por lo menos en un principio, sean más distantes y frías. El cerebro habrá creado una realidad imaginaria de desconfianza.
Debemos intentar llevar una vida lo “más normal” posible. Por ello, te voy a exponer una serie de actividades que puedes seguir haciendo, aún en pandemia:
- Realiza actividades de rutina diaria en casa. Sigue haciendo tus tareas como hacer la cama, hacer la comida o limpiar. Te ayudará a conservar tu autonomía. Puedes obtener más información sobre las actividades diarias en este artículo del blog.
- Haz la compra. Esto te ayudará a seguir manteniendo contacto con personas de tu alrededor.
- Si vives con otras personas, intentad pasar tiempo de calidad para conversar, jugar a algún juego de cartas, o bien ver una serie de televisión que os guste. También puedes ejercitar tu memoria, la atención o el lenguaje, entre otras capacidades, con los cuadernillos de estimulación cognitiva que puedes adquirir en la web. Si los quieres, haz click aquí.
- Pasea, si puedes, todos los días. Te ayudará a relacionarte y también a conseguir bienestar físico y psicológico.
- Formación online. Si eres una persona que le gusta aprender cosas nuevas, aprovecha y apúntate a algún curso online. Podrás compartir experiencias, conocimientos o dudas con otras personas.
- Haz “quedadas” a través de videollamadas. Intenta, con tus familiares, amigos o allegados, fijar un día a la semana y una hora para hacer ese encuentro virtual.
Estas son algunas actividades que podemos hacer para no caer en un aislamiento social o en enfermedades como la depresión u otras.
Ejercitemos, en la medida de lo posible, nuestra mente y nuestro cuerpo. Luchemos por tener una vida saludable y activa, a pesar de todo.
Desde aquí, y para terminar este artículo, quiero dar un un soplo de aire puro y alentador a todos aquellos y aquellas que creen que esto no terminará: “amigos y amigas esto pasará y podremos volver a sentarnos al lado de nuestro hijo, vecino o amiga a charlar, a compartir, a reír, a soñar, a llorar, en definitiva volver a VIVIR”.
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