Las nuevas tecnologías y las personas mayores: ¿brecha digital?
hace 3 años · Actualizado hace 2 años
Las nuevas tecnologías están cada vez más presentes en todos los hogares. En algunos está totalmente instaurada y normalizada y en otros no tanto.
La falta de medios, de conocimientos o el poco convencimiento de que todo “se consiga” a través de un solo click, provoca que muchas personas no puedan o quieran acceder a servicios que ya se han digitalizado completamente.
¿Hay brecha digital entre la población mayor y la tecnología?
Llevamos cerca de tres décadas integrando las nuevas tecnologías en nuestras vidas, por lo que gran parte de la sociedad actual está acostumbrada a utilizar distintos dispositivos y plataformas de forma habitual.
Las TIC's
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) ofrecen grandes beneficios y oportunidades a las personas. Nos permiten entre otras cosas comunicarnos con familiares o amigos que están a miles de kilómetros, entrenar en el salón de nuestra casa o conocer una ciudad a través de un tour virtual sin salir de tu domicilio.
A pesar de ello, el envejecimiento de la población provoca que no toda la sociedad pueda utilizar de la misma forma las tecnologías aunque no por esto debemos pensar que no son beneficiosas para las personas mayores.
Es evidente, y nadie puede negarlo, que una persona de 80 años no va a utilizar un móvil con la misma soltura que una persona de 30.
Las personas más jóvenes han nacido y crecido junto al teléfono móvil, a la tablet o al ordenador, sin embargo, las personas que pertenecen a los grupos de edad entre 70 y 90 años, esta tecnología le ha llegado de una forma “casi obligada” para poder desenvolverse en la actualidad.
Accesibilidad por parte de las personas mayores a las TIC's
La pandemia por la Covid-19 ha provocado que las entidades hayan tenido que adaptarse a una nueva forma de trabajo, de formación o de atención al público.
La forma presencial pasó de ser algo inamovible a ser sustituido por lo online.
El teletrabajo, la teleformación, los trámites digitales pasaron a ser protagonistas, lo que conllevó a que toda la sociedad tuviera, de buenas a primeras, que cambiar su mentalidad y su forma de vivir, al fin y al cabo.
La brecha digital
Pero, ¿Toda la población sabe utilizar estos medios para desenvolverse en el día a día?
La respuesta es NO.
Hay tres cuestiones principales por las que las personas mayores tienen menos destreza para desenvolverse a través de las TIC's:
Este grupo de población ha vivido sin móvil, sin ordenador o sin Internet hasta hace unos años.
Muchos han empezado a utilizar el móvil con 70 años, dando lugar a que la agilidad o desenvoltura no pueda ser comparable con una persona de 20 años que lleva toda la vida usando herramientas digitales.
El envejecimiento es el proceso por el cual se producen cambios en los aspectos funcionales y físicos de los seres vivos a consecuencia del paso del tiempo, dando lugar a problemas de movilidad, aparición de enfermedades crónicas o deterioro cognitivo, entre otros.
Esto provoca que la agilidad visual, motora o cognitiva no sea la adecuada para la utilización óptima de los dispositivos.
Los dos puntos anteriores provocan en las personas mayores inseguridad.
Entre la poca práctica que tienen de las nuevas tecnologías y la pérdida de facultades por el propio envejecimiento, la negatividad ante la utilización de las TIC's es predominante.
Viendo estos tres factores, podríamos indicar que la brecha digital existe.
Poco a poco hay que ir cerrándola a través del apoyo, las formaciones y el acompañamiento para que las personas mayores puedan seguir disfrutando de su autonomía y su calidad de vida.
Beneficios de las nuevas tecnologías en las personas mayores
Como hemos visto anteriormente, hay una brecha tecnológica entre el grupo de personas mayores, pero esto no quiere decir que las nuevas tecnologías no les brinden beneficios y oportunidades:
Conclusión
La tecnología no es un método mágico, pero sí que en la mayoría de los casos nos facilita el acceso a la comunicación, servicios o conocimientos, entre otros.
Aunque la realidad nos lleva a ver que hay una brecha digital en las personas mayores, podemos también afirmar que poco a poco y a través de ayudas por parte de las empresas, entidades públicas y los propios amigos o familiares, esta fisura será cada vez más pequeña.
Toda la sociedad debemos apoyar y poner nuestro granito de arena para que las nuevas tecnologías sean utilizadas y beneficiosas para todos por igual.
Sé que queda un camino largo, pero si trabajamos en ello lo conseguiremos.
Referencias bibliográficas
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