La jubilación y sus consecuencias psicosociales
hace 3 años · Actualizado hace 2 años
La jubilación es la situación en la que un trabajador o trabajadora en activo, tanto por cuenta propia como por cuenta ajena, pasa a ser inactiva laboralmente.
Hay distintas circunstancias que dan lugar a este momento: la edad, un problema de salud grave o incapacidad o la prejubilación por parte de la empresa, entre otras razones.
En el artículo expongo la relación entre la jubilación y la vejez así como las consecuencias que se dan desde un punto psicosocial en esta “nueva etapa”.
¿La jubilación es la presentación de la vejez?
A lo largo de la historia más reciente, la jubilación suponía que la vejez estaba haciendo acto de presencia.
El cumplir cierta edad era causa directa para el cese de la actividad laboral. La salud no te permitía seguir activo en especial en aquellos trabajos de carga física, los cuáles eran los que predominaban hace unas décadas.
Actualmente, diversos factores como son el aumento de la esperanza de vida y la longevidad, los avances médicos, los cambios en el mercado laboral y el propio cambio de mentalidad y de vida, han provocado que la jubilación no esté relacionada directamente con la vejez.
La jubilación NO es la puerta a la vejez actualmente.
La jubilación es la situación de inactividad laboral, pero no significa inactividad social, incluso no es igual a enfermedad ni disminución de la calidad de vida.
Las personas que se jubilan todavía disponen de muchos años hasta poder indicar que han entrado en la etapa de la vejez más incapacitante.
Lo que sí hay que tener en cuenta es que la etapa de la jubilación es una situación nueva donde la persona tiene que adaptarse.
No todo el mundo lo hace de una forma positiva debido a que llevan entre 30 y 50 años trabajando, llevando un tipo de vida muy diferente a la que ahora les espera.
Para algunas personas cuando se termina la parte laboral se acaban otros aspectos de su vida como es la parte social, y por consiguiente, la emocional y cognitiva.
La finalización de la etapa activa, laboralmente hablando, supone una modificación de rol en esa persona.
Todo esto conlleva una serie de cambios que implican muchos aspectos, especialmente, en la parte psicosocial.
Algunas de estas consecuencias son:
¿Qué puedo hacer cuando me jubile?
Lo ideal para llevar lo mejor posible la jubilación es elaborar objetivos y planes en el ámbito personal para afrontar la nueva situación de la forma más óptima.
Algunas acciones que podemos llevar a cabo pueden ser:
Conclusiones
La jubilación es una etapa de la madurez que dependiendo de la persona (situación personal y laboral, estado anímico, relaciones externas al trabajo o motivo del cese de actividad) la van a llevar de una forma más positiva o negativa.
Es importante no caer en la idea de que la jubilación es la antesala de la vejez y que nuestra autonomía o proyectos han concluido para nosotros o nosotras.
Para hacer frente a esta nueva situación es necesario que en la pre-jubilación nos anticipemos y pensemos en el futuro y en nuestros planes. Esto nos ayudará a estar preparados para nuevas experiencias, sentimientos o pensamientos que podamos sentir en ese momento.
Debemos tener en cuenta que la jubilación lleva un período de adaptación. Es un cambio integral y general de la persona, por lo que tenemos que cuidar nuestra mente y cuerpo para vivirla de la mejor manera posible.
Referencias bibliográficas
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